Las bolsas térmicas mantienen la frescura de los alimentos y bebidas principalmente a través del aislamiento térmico , el diseño hermético y el control de la humedad , aprovechando estructuras multicapa y principios termodinámicos:
Aislamiento térmico (mecanismo central) : bloquean la transferencia de calor (el calor fluye naturalmente de ambientes cálidos a fríos) a través de una estructura multicapa:
- Capa exterior : Los materiales duraderos y resistentes al agua (por ejemplo, poliéster, nailon) reflejan la luz solar/calor ambiental y resisten daños externos.
- Capa de aislamiento central : la espuma tradicional (EPS, polietileno) o los materiales avanzados (espuma de celda cerrada, paneles aislados al vacío/VIP) atrapan el aire (un mal conductor del calor) o eliminan el aire (VIP), lo que minimiza la conducción/convección del calor.
- Capa interior : Los revestimientos resistentes a la humedad y de calidad alimentaria (PE, TPU) evitan la condensación (un caldo de cultivo para bacterias) y protegen la eficacia del aislamiento; algunos tienen propiedades antimicrobianas.
Integridad del sello : Las cremalleras resistentes, el velcro o las juntas de goma crean sellos herméticos que impiden la entrada de aire caliente y la salida de aire frío.
Mejora del uso adecuado : enfriar previamente la bolsa, usar compresas de hielo, minimizar las aberturas y empacarla firmemente amplía la capacidad de enfriamiento.
En particular, retardan (no detienen) el calentamiento de los alimentos: los modelos de alta calidad mantienen los alimentos fríos durante 12 a 48 horas, dependiendo de la calidad del aislamiento, la temperatura ambiente y el uso.